Centro Cultural Recoleta - Pintura (2001)
Justamente el presentar la muestra con el tĂtulo de PINTURAS implica negarse a dar alguna clave ajena a la pintura misma y dejar que el espectador complete con “su” mirada la obra.
Los elementos que aparecen en las telas forman parte de la propia historia: zapatos, anteojos que remiten a una ausencia y platos que forman parte de los trabajos más recientes. Pero si bien en los primeros los objetos que observamos estan cargados de mucha nostalgia por esa ausencia-presencia,en los últimos el objeto toma enseguida a los ojos de quien lo mira otras connotaciones y múltiples lecturas.
Platos rotos, inĂştiles para el uso para el cual fueron concebidos. Estos fragmentos casi arqueolĂłgicos hacen que nuestro pensamiento juegue con la idea del tiempo, del devenir. En algunas obras la decoraciĂłn de los mismos gana toda la superficie de la tela. Al apropiarse de esa decoraciĂłn no se hace más que recuperar esa intenciĂłn estĂ©tica al lenguaje pictĂłrico devolviĂ©ndole la sensibilidad que habia perdido con los mĂ©todos de reproducciĂłn del objeto de consumo. Los fragmentos se multiplican y repiten como si nos preguntáramos que hay detrás de la materialidad de los mismos. Pero tambiĂ©n las telas se multiplican, dĂpticos y trĂpticos; como si se trataran tambien ellas de fragmentos que hubieran formado parte de otra gran unidad. Asi los significados que les habiamos otorgado con nuestra mirada se amplifican y el sonido invade todo el conjunto como si se tratara de un gran rompecabezas del cual formamos parte.
Gabriela Nigorra